Rompí después de 25 años con Roma, mi gran amor. Se quedó con mis mejores años, con un millón de recuerdos y con un ansia de belleza que no encuentro en otro lugar. Vuelvo a sorbitos para ir recuperando la cordura cuando llego a mi casa de allí, para embelesarme delante de un Gran Caffè con crema azucarada en Sant'Eustachio, un paseo sin destino por callejeras que aún me quitan la respiración y largo etc. Hacer las paces con nuestros fantasmas siempre conviene, sin renunciar a nuestra esencia, como Escarlata. Un abbraccio forte ❤️
Me pasa lo mismo. Aquí me ha costado más sin embargo esas 3 ciudades sé que siempre serán mías. Entiendo que quiero compartirlas así como asimilo que las cosas a veces son finitas y está bien. Para este 2025 que va a dar comienzo en breves, mi propósito de año nuevo es viajar sola a Roma. No estoy segura de si será así pero de que vuelvo, volveré. Porque necesito ya volver a vivir una nueva aventura por allí ♥️
Jo, qué propósito ♥️ Yo estuve varios meses fantaseando con la idea de irme a vivir a Roma unos meses para aprender italiano, en el hipotético caso de que me despidiera mi cliente más importante (y el único que me ata a Madrid)... Afortunadamente no ha ocurrido, pero una no deja de soñar.
Yo así perdí Valencia, por donde me paseo no puedo evitar pensar “yo aquí fui feliz con otra persona” y ahora vuelvo y hay tanto fantasma que prefiero sentirme como una turista más. Qué triste no poder sentirte en casa cuando estás en casa.
Estoy completamente de acuerdo: el cuerpo es el gran olvidado. El que más ligado a la memoria está, el que conecta con lo vivido y desata los recuerdos a través de sensaciones que nos han marcado. Y sí: señal de que fuimos. ♥️
Qué difícil renunciar a una ciudad, perder esa pequeña —o gran— batalla. A veces me pregunto si acabaremos viendo el mundo según los lugares que nos pertenecen o según los lugares que fueron nuestros algún día y después nunca más. Me pregunto si ganaremos más batallas de las que perderemos. Me gusta confiar en que todo irá bien, que nos espera algo grandioso. Tal vez sea en Roma, en París, o en Venecia...
Las ciudades son cuadros vivos. Algunos pasamos por ellos una y otra vez, solos o acompañados. Otros no volverán a hacerlo cogidos de mi mano, pero los cuadros siguen siendo míos y de quienes quieran compartirlo.
Es maravilloso pensar que, aunque algunos no vuelvan a recorrer esos rincones a nuestro lado, siempre habrá espacio para nuevos ojos, nuevas manos. Abrazo fuerte.
Qué razón. La geografía no entiende de gananciales ni separaciones de bienes. Es nuestra y lo será siempre. Espero poder sentirme cada vez menos extraño en Madrid, donde una vez fui(mos) felices. Gran artículo.
El Grand Colbert también está en mi memoria. Lo conocí sin saber que me había sentado en la misma mesa donde se sentó Diane Keaton con Jack Nicholson para rodar la película "Something gotta give". Era nuestro 5º aniversario de boda y la gente nos miraba sonriendo, no supimos qué ocurría hasta que una pareja de americanos se acercó para explicarnos la anécdota. Buen recuerdo.
Una siempre piensa que las ciudades cambian pero nunca lo hacen, por suerte. Somos nosotras las que en cada visita nos vestimos de novedad. Si tuviera que elegir una sola de esas tres ciudades… necesitaría una cuarta. Es imposible escoger, son inagotables.
Rompí después de 25 años con Roma, mi gran amor. Se quedó con mis mejores años, con un millón de recuerdos y con un ansia de belleza que no encuentro en otro lugar. Vuelvo a sorbitos para ir recuperando la cordura cuando llego a mi casa de allí, para embelesarme delante de un Gran Caffè con crema azucarada en Sant'Eustachio, un paseo sin destino por callejeras que aún me quitan la respiración y largo etc. Hacer las paces con nuestros fantasmas siempre conviene, sin renunciar a nuestra esencia, como Escarlata. Un abbraccio forte ❤️
¡TIENES QUE VOLVER! ♥️ ♥️ ♥️ ♥️ ♥️ Ojalá algún día te arranques a escribir y nos cuentes esa historia...
El pasado existe porque alguien tiene memoria. La nostalgia, ese animal salvaje que nos muerde.
Cuantas verdades siempre en tus palabras. ♥️
Que alguien se lleve la Nespresso es motivo de celebración.
No soy de esas, yo tengo una cafetera italiana. ☕️ ♥️
Me pasa lo mismo. Aquí me ha costado más sin embargo esas 3 ciudades sé que siempre serán mías. Entiendo que quiero compartirlas así como asimilo que las cosas a veces son finitas y está bien. Para este 2025 que va a dar comienzo en breves, mi propósito de año nuevo es viajar sola a Roma. No estoy segura de si será así pero de que vuelvo, volveré. Porque necesito ya volver a vivir una nueva aventura por allí ♥️
Jo, qué propósito ♥️ Yo estuve varios meses fantaseando con la idea de irme a vivir a Roma unos meses para aprender italiano, en el hipotético caso de que me despidiera mi cliente más importante (y el único que me ata a Madrid)... Afortunadamente no ha ocurrido, pero una no deja de soñar.
Yo así perdí Valencia, por donde me paseo no puedo evitar pensar “yo aquí fui feliz con otra persona” y ahora vuelvo y hay tanto fantasma que prefiero sentirme como una turista más. Qué triste no poder sentirte en casa cuando estás en casa.
¡¡¡Noooooooooooo... no puede ser!!! Tienes que volver, Ana. ¡Volver y solapar recuerdos! 💔
En el reparto de bienes no salí muy bien parada. No importa demasiado, perdí una ciudad para ganar algo más valioso.
Esas tres ciudades que mencionas son maravillosas.
Hace unos días escuché que aprendemos por comparación, por las referencias que tenemos en nuestro cerebro. Yo añadiría 'y en nuestro cuerpo'.
Lo importante es hacer esas ciudades nuestras. Y que vengan recuerdos y vivencias, ¿qué más da? Señal de que estuvimos. Señal de que fuimos.
Roma en tus letras suena aún más hermosa.
Estoy completamente de acuerdo: el cuerpo es el gran olvidado. El que más ligado a la memoria está, el que conecta con lo vivido y desata los recuerdos a través de sensaciones que nos han marcado. Y sí: señal de que fuimos. ♥️
Qué difícil renunciar a una ciudad, perder esa pequeña —o gran— batalla. A veces me pregunto si acabaremos viendo el mundo según los lugares que nos pertenecen o según los lugares que fueron nuestros algún día y después nunca más. Me pregunto si ganaremos más batallas de las que perderemos. Me gusta confiar en que todo irá bien, que nos espera algo grandioso. Tal vez sea en Roma, en París, o en Venecia...
Las ciudades son cuadros vivos. Algunos pasamos por ellos una y otra vez, solos o acompañados. Otros no volverán a hacerlo cogidos de mi mano, pero los cuadros siguen siendo míos y de quienes quieran compartirlo.
Es maravilloso pensar que, aunque algunos no vuelvan a recorrer esos rincones a nuestro lado, siempre habrá espacio para nuevos ojos, nuevas manos. Abrazo fuerte.
Qué razón. La geografía no entiende de gananciales ni separaciones de bienes. Es nuestra y lo será siempre. Espero poder sentirme cada vez menos extraño en Madrid, donde una vez fui(mos) felices. Gran artículo.
Muchas veces hay que ganársela… ojalá recuperes Madrid ❤️🩹
El Grand Colbert también está en mi memoria. Lo conocí sin saber que me había sentado en la misma mesa donde se sentó Diane Keaton con Jack Nicholson para rodar la película "Something gotta give". Era nuestro 5º aniversario de boda y la gente nos miraba sonriendo, no supimos qué ocurría hasta que una pareja de americanos se acercó para explicarnos la anécdota. Buen recuerdo.
¡Me encanta esa película (y también es una de las favoritas de mi madre ♥️)!
Una siempre piensa que las ciudades cambian pero nunca lo hacen, por suerte. Somos nosotras las que en cada visita nos vestimos de novedad. Si tuviera que elegir una sola de esas tres ciudades… necesitaría una cuarta. Es imposible escoger, son inagotables.
Di que sí, las marquesas no eligen: doble o nada. 🍸
Maravilloso… que cierto es pasear con los fantasmas … pero siempre con una misma
Siempre, eso es lo más importante ♥️
Sabina estaba equivocado con eso de " no debieras tratar de volver"