Septiembre nos tiende todos los años la misma trampa: bastan quince días, entregados a lo que realmente a uno le apetece (aunque sea no hacer nada), para que florezca en nosotros la ambición de convertirnos en —lo que creemos que ha de ser— nuestra mejor versión.
Me tomaría una botella contigo sin dudarlo. Justo hoy mi tía contaba una anécdota relacionada con el champán: en la boda de mi (otra) tía casi le sacan un ojo, porque quien descorchó la botella la agitó antes y se pensaba que con poner el dedo iba a detener la fuerza imparable del corcho que, con tan mala suerte como buena puntería, apuntó al ojo de la novia. Menos mal que dio en la ojera y se quedó en anécdota. (“Se nota que el chaval no había abierto muchas botellas” ha dicho mi tía, la más distinguida de mi familia).
Según Byung-Chun Han, “vivimos en una sociedad del rendimiento. Nos autoexplotamos, llevamos nuestro cuerpo al límite para llegar a todas las metas que nos proponemos, y creemos así sentirnos realizados.” Nos creemos libres, pero nos están explotando .
Ojalá puedas abrir esa botella para celebrar que ha salido el proyecto. Y si no saliera, seguro que encuentras unas cuantas razones para celebrar. Que estamos aquí y ahora, entre otras cosas.
Justo estas últimas semanas he pensado lo mismo: mi mejor versión no es la que siempre está estresada por lo que “debería” estar haciendo, sino la que se toma su tiempo para hacer bien lo que le apasiona. Qué alivio verme reflejada en las reflexiones de otras personas, una se siente menos sola.
Está el mundillo tan mal que hasta procrastinar se convierte en una tarea. PD. Me cae genial tu mejor versión 🥂
A mí también me cae bien 💖 🥰 🍾
Me tomaría una botella contigo sin dudarlo. Justo hoy mi tía contaba una anécdota relacionada con el champán: en la boda de mi (otra) tía casi le sacan un ojo, porque quien descorchó la botella la agitó antes y se pensaba que con poner el dedo iba a detener la fuerza imparable del corcho que, con tan mala suerte como buena puntería, apuntó al ojo de la novia. Menos mal que dio en la ojera y se quedó en anécdota. (“Se nota que el chaval no había abierto muchas botellas” ha dicho mi tía, la más distinguida de mi familia).
¡Me parto! Error muy de novato que (afortunadamente) se arregla con la práctica. PS: Caerá esa botella algún día, no puede ser de otra manera 💖
Según Byung-Chun Han, “vivimos en una sociedad del rendimiento. Nos autoexplotamos, llevamos nuestro cuerpo al límite para llegar a todas las metas que nos proponemos, y creemos así sentirnos realizados.” Nos creemos libres, pero nos están explotando .
Y tenía razón.
No se equivocaba...
Me encanta.
Ojalá puedas abrir esa botella para celebrar que ha salido el proyecto. Y si no saliera, seguro que encuentras unas cuantas razones para celebrar. Que estamos aquí y ahora, entre otras cosas.
Gracias
Lo dijiste en uno de tus textos y se me quedó marcado: hay que celebrar todos los días. Abrazo, querida Isabel 💖
Justo estas últimas semanas he pensado lo mismo: mi mejor versión no es la que siempre está estresada por lo que “debería” estar haciendo, sino la que se toma su tiempo para hacer bien lo que le apasiona. Qué alivio verme reflejada en las reflexiones de otras personas, una se siente menos sola.
¡Totalmente! Estos últimos meses he vivido aferrada a ese pensamiento. Qué alegría que otras personas se sientan identificadas también. ♥️
💕💕💕
Me ha gustado lo del sol 🫡
Apetece, ¿verdad? ♥️🌞
La vida no es una acumulación de hábitos. Gracias por la reflexión. 🥂
Es otra cosa, ¿verdad? 🥂
Un gusto leerte siempre. ¡Brindemos por ello! 🥂
Fingers crossed!! 🤞💖
Por ese proyecto! 🥂
Por la vida, amiga 🥂 💖
Por los éxitos profesionales o porque sale agua limpia del grifo. Brindemos amigos, brindemos!
¡Por nuestra tierra, querida! 💖 🍾
Alzo mi copa y brindo contigo.
Salud, querida 🥂🩷
Me ha encantado, qué paz de texto.
Gracias querida 💖 Por cierto, me he comprado el libro que te recomendó aquella desconocida en la estación de tren. ¡Ya lo comentaremos!
¡Qué guay! Perfecto, lo comentamos 😍🩵